SALOMÉ – Cuento Fantástico

Es de noche. El calor de verano se fusiona con la típica humedad platense sin otro objetivo que el de abombar a los habitantes. No hay aire acondicionado que pueda con esa macabra alianza.
Mariana intenta conciliar el sueño en la cama matrimonial junto a su esposo y la pequeña Salomé, que tiene apenas diez días de vida. Su cuerpo está agotado, aún no se acostumbra a la atención que demanda la beba. En su mente repasa lo que debe hacer por la mañana: lavar la montaña de ropa sucia, cambiar las sábanas, hacer la compra semanal en el supermercado -no olvidar los pañales y el aceite Johnson-, comprar en la ferretería un flotante para el baño… Anota las tareas en una hoja imaginaria y va saltando de renglón como si fueran ovejas que brincan un cerco. También debe ir a buscar la batita que la madrina de Salomé le confeccionó a la beba. Es una salida de baño con una capucha de cabeza de cachorro. Mariana sonríe al ver a su beba en aquella prenda de toalla. La
madrina presencia esa escena en el cuarto de baño: Mariana con la beba en sus brazos envuelta en la bata después de haberla bañado en el fuentón, y sonríe también. Le dice: “Mariana, sostené bien su cabecita… ¡Mariana, no respira! ¡SALOMÉ NO RESPIRA!”
Mariana se sienta súbitamente en la cama, mira con desesperación hacia el pequeño hueco que ocupa su hija. Acerca su oreja a la nariz de la beba para verificar su respiración. No respira.
Despierta a su esposo a los gritos y entre los dos la reaniman con llamados, leves sacudidas, presiones con los dedos en su corazón. Ríen con alivio y lágrimas al escuchar el llanto de la beba y Mariana la abraza contra su pecho.

Publicado por guillerminahuth

Soy Licenciada en Administración graduada en la UNLP, trabajo como administrativa en el estado provincial y disfruto de escribir cuentos y relatos.

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